2 de julio de 2008

En cualquier ciudad como en Barcelona…

… Al ladrón!

Hoy he visto a aquella a la que un día di la libertad de ser quien quisiera. Aquella, a la que nunca puse un nombre. A la que rendí mis palabras e incluso, aunque fuera por un momento, incluso mis cuentos. Aquella a la que llegue a admirar por ser como era; Hasta hoy.

Hoy he visto a mi “distraída” pero alguien le ha robado la “distracción”. Allí estaba ella, en nuestro mundo, mirándome con sus ojos vacíos gritándome ¡¿has visto lo que me han hecho?! ¡¿Has visto?!...

Ahora la reina de aquella fábula ya no canta, ni busca, ni ríe. Su majestad sólo llora la realidad de este colorín colorado más que forzado mientras espera inerte que le vuelvan la “compañía”... triste final para tan distraida vida, triste historia será esta ... del cuento más triste.


¿Qué vuelve a los locos cuerdos y a los cuerdos tan malvados? ¿Quién convierte a los humanos en dioses y a estos en sentencias? ¿Quién le ha robado su corona?

Qué alguien atrape al ladrón por favor… haced que se la devuelva.