15 de mayo de 2009

En cualquier ciudad como en Barcelona…

Fumata negra, fumata a tres

Uno de los “placeres” de viajar 40 minutos en un tren abarrotado de gente en dos franjas horarias distintas es la capacidad innata que desarrollas en la formulación de teorías sobre las personas. Sin embargo, y mira que no acostumbro a fallar, en este Lunes de esta semana mía me la “han colao”. La fórmula como cada día era bien sencilla: 8:00 a.m.+yo+3 desconocidas x la curiosidad= teoría de la personalidad en trío. Hasta aquí todo bien, ellas hablaban, yo escuchaba. Al cabo de 5 minutos ya tenía claro a qué grupo pertenecían, eran Informativas* … inocente de mi. Pues bien, de repente y sin saber muy bien como ni porque, aquellas tres dulces y ladinas Informativas se convirtieron en arpías, en mercenarias morales, en las Sweeney Todd de cercanías… ¿ cómo no me había dado cuenta? Ellas eran un paso más en la evolución de mis teorías ¡Y yo estaba sola frente a ellas! Qué momento…

Una de las cosas que quedo clara después de shock inicial, fue que para ellas no existía el “mea culpa” porque toda, todita, era de los demás. Y después de quemar, torturar y desmembrar oralmente a fumadores, gobiernos, injustos y triunfitos, la conversación fue derivando hacia el gran tema: HOMBRES. ¡Madre mía! ¡Si es que hasta juraría que les salieron colmillos de la emoción!
Yo no me veo capaz de transcribir todo lo que llegaron a decir en aquel frenesí sexista pero si había algo en lo que las 3 estaban de acuerdo, ese algo era que sus miedos, sus frustraciones, sus traumas y su soledad eran el efecto de sus relaciones con los hombres. Para las “Black Heart” toda la raza masculina era diabólica, inútil e inmadura (y quizá no de una forma tan radical, pero no será servidora quien les quite parte de razón).

Fue entonces cuando mi cara de pánico dio paso a la de alivio … y a la de lástima, porque aquellas tres criaturas eran mujeres, sólo eso, mujeres. Muchos son los testimonios de mujeres que se pierden enteras por amor pero escuchar aquel lamento escondido fue algo que me hizo pensar ¿sabían los hombres de aquellas tres mujeres realmente lo que ocurría? ¿tan prácticos nos hemos vuelto que hemos lapidado las relaciones bajo la losa “no tengo tiempo para esto”? ¿son los románticos una especie en extinción?

Quizá las princesas ya no lanzan sus trenzas para ser rescatadas y los príncipes azules han empezado a desteñir, pero prefiero consolarme pensando que algunos, aquellos locos a los que llamáis enamorados, aún seguimos siendo mínimamente felices… comiendo perdices.

*Informativas: Especímenes que viajan en grupo, sobre todo mujeres, que sentadas en manadas despotrican entre risas de todo, de todos y para todos. No hay viaje aburrido si tropiezas con ellas.