9 de diciembre de 2010

En cualquier ciudad como en Barcelona…

Sumun Odium

Un día una bruja me dijo que yo era una criatura muy antigua, así, tal cual. No había acudido a una cita esotérica pre pagada con mi voluntad, ni yo sabía que ella era dama de magia e intuición superlativa pero me dejo a mí y a mi antigüedad presas del escepticismo más descarado que jamás haya sido capaz de demostrar. Al preguntar él porque, me dijo que mis sentimientos era demasiado profundos y que la rabia, la fuerza y el odio me mantenían protegida, pero que aquello, era bueno para mí. Evidentemente no le hice más preguntas ni ella más revelaciones, yo por miedo, y ella por respeto supongo.

De camino a casa, aparte de confirmar y reafirmar mi capacidad para meterme en situaciones surrealistas, no podía parar de darle vueltas a las palabras de aquella “bruja”. ¿Se puede ser persona de odio fácil? ¿Es el odio de verdad una protección y por tanto un buen sentimiento? Y de ser así ¿Quién es el encargado de decidir la inocuidad de lo que sentimos?

Hay personas que son de lágrima fácil, de risa fácil e incluso aquellos que se enamoran fácilmente, y si bien a tales virtudes nadie las malifica, creo injusto que al odio se le mire de reojo. Romeo decía que mucho se puede hacer con el odio, pero mucho más con el amor. Cuánta razón tenía el enamorado universal al citar en la misma frase a sendos sentimientos que comparten, a mi entender, tan fina frontera. Tampoco creo que todos los sentimientos sean buenos y entiendo que el odio no entre en el grupo de los benditos, pero me parecen más exultatemente inapropiados los celos, por ejemplo, o la mala educación.

Si del amor al odio va un paso, a la codicia se la tilda de ambición y a la envidia de admiración ¿somos lo que somos por lo que sentimos o adaptamos su nombre a quien lo siente? ¿Soy una mala persona por odiar sin actuar o puedo tildar a mi odio como una virtud a medio interpretar? ¿y el amor? ¿Es siempre un buen sentimiento o llegamos a odiar lo que amamos como evolución inequívoca del amor?

Dicen que el roce hace el cariño pero me asusta pensar que el cariño hace el odio. Muchas de las amadas fueron odiadas hasta la muerte y muchos de los que se gritan se aman con locura. Quizá la realidad es que no pueda existir un sentimiento sin el otro y yo no sea la única en encontrar fortaleza en sentimientos “inapropiados” al fin y al cabo. Lo que tengo claro es que la bruja nunca fue mal encaminada y que definitivamente con menos amor también se apaña uno ¿no?